¿Qué es la depresión?
La depresión es una afectación cada vez más frecuente y sobre la cual la sociedad va pudiendo hablar con menos miedo. La depresión es la consecuencia dolorosa de algo o alguien que se ha perdido, dejando un Yo frágil, adolorido, golpeado, y en ocasiones, fracturado. Los estudios internacionales estiman que la depresión afecta a entre un 5-10% de la población adulta.
Es importante diferenciar entre los estados depresivos y la depresión clínica.
1. ESTADOS DEPRESIVOS
Son momentos que pueden ser profundamente dolorosos, pero que responden a momentos de la vida normales, que nos golpean, nos hacen sentir frágiles y tristes. Por ejemplo, si alguien pierde a una persona querida, o un puesto de trabajo que personalmente significaba mucho, estas situaciones pueden producir un estado depresivo, y hacer que la persona deje sentir placer y disfrutar de la vida que disfrutaba hasta ese momento.
Los estados depresivos son una respuesta adecuada a un golpe de la vida, esperable, y que ha de producirse en algún momento. De hecho, los niños y niñas sanas, han de pasar por momentos depresivos y experimentar la tristeza y la pérdida, como parte de la construcción de sí mismos como sujetos.
Ahora bien, si la pérdida es tan fuerte que rompe nuestra integridad personal, llevándonos a un duelo mal elaborado se puede llegar a producir una depresión clínica.
2. DEPRESIÓN CLÍNICA
Es algo más estructural. Es cierto que en diversos momentos de la vida la persona ha podido disfrutar de diferentes experiencias y experimentar la felicidad. Ha vivido buenos momentos. Sin embargo, la persona se ha ido construyendo desde su infancia en relación a una pérdida excesiva y recalco aquí, excesiva.
Ha sentido un vacío, ha tenido tendencia por agredirse a sí mismo, ha vivido con intenso sentimientos de culpa. La depresión clínica es cíclica, los sentimientos de vacío y desesperanza vuelven una y otra vez, empujando a la persona al fondo de un pozo del cual, aunque conscientemente desee salir, es completamente incapaz de ello.